Ese mundo feo en el que vivimos; guerras, hambre, dolor, muerte; este mundo que es el nuestro. Y ese es el mundo que hemos creado.
La naturaleza es dura, fría y cruel. Y… paradójicamente, gracias a eso, sobrevive… el ciclo de la vida. Y llegó el hombre, y todo siguió su curso, y cambió, si.. cambiaron cosas. Alimentarse dejó de ser una necesidad para convertirse en un vicio. El lenguaje dejó de ser una necesidad para comunicarse, y se convirtió en una serie de sonidos complejos huecos y vacíos. Matar dejó de ser una necesidad, para convertirse en un juego.
Y el equilibrio dinámico, y equilibrado de la naturaleza… se rompió.
De repente, una especie “dominó” la Tierra. Poseemos
Podíamos haber creado un mundo de paz, de prosperidad, de amor con la naturaleza, donde todas nuestras necesidades estuvieran cubiertas sin apenas tener que trabajar. Pero queríamos más… siempre queremos más. Si no fuésemos tan egoístas.. tan complicados…
Pero esta en la naturaleza de las cosas, la lucha, la competencia, el dominio. Tan racionales nos creemos, pero estamos sujetos a los más bajos instintos. Y qué sería de nosotros sin ellos!! Qué mundo más horrible sería uno de calma, de aburrimiento, estamos hechos para la acción. Se nos acabaron los enemigos naturales, así que tuvimos que buscar otros para reafirmar nuestra identidad, lo que somos: cuanto mayor sea nuestro enemigo, más fuertes somos nosotros. Nos enfrentamos entre nosotros, y con nosotros mismos. Si no tenemos problemas los buscamos donde no los hay.
¿Fuimos un error? Gracias a nosotros el mundo… dejará de ser lo que es, lo hemos degenerado. No nos quepa duda, que dentro de unos años, cuando sea demasiado tarde, el hombre reaccionará. Siempre es lo mismo, espera a que se produzca una guerra para reaccionar, se necesita un detonante para una verdadera revolución. Cómo se explica sino que vaya más gente a ver un partido de fútbol que a manifestarse por sus propios derechos. Somos seres acomodados.
PERO, el mundo no se acabará con nosotros, el Planeta volverá a comenzar de cero, sin nosotros ni muchos de nuestros inocentes acompañantes. ¿Mereció nuestro paso por este planeta? Por qué no, descubrimos otras maneras de ver la vida, de entender la existencia, de AMAR… Somos únicos e irrepetibles (bueno, unos más que otros). La vida, la vida es un regalo que hemos de vivir y disfrutar a cada momento, “como si cada noche fuese la última, y cada día.. el primero ”
