La vida… caprichosa suerte. Los caminos se cruzan y se separan. Muchas veces, para siempre. Pero la vida da tantas vueltas… quién sabe si un día, aquel viejo sendero casi olvidado volverá a cruzarse en tus pasos.
Y la cantidad de caminos distintos que jamás uno soñó encontrar. Algunos misteriosos, intransitados y sorprendentes.
Es bonito andar el camino en compañía, pero siempre con el mismo transeúnte puede convertir el camino en una dura escarpada. Aunque quien sabe si uno de esos transeúntes acaba por ser la pieza que faltaba para convertir la ruta en el más bello paseo por la vida. Lo que está claro es que los caminos tienden a infinito, y únicamente nosotros decidimos cuál es conveniente o no transitar…
1 comentarios:
Todos esos caminos no son casualidad... nunca lo son! Las cosas pasan por algo, siempre. Si nos equivocamos de tren y subimos en el que no toca, es porque tenemos que ir al lugar al que nos va a llevar ese tren.
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