Frase de la semana

Espero, seas quien seas, que escapes de este lugar. Espero que el mundo cambie y que las cosas mejoren.Pero lo que espero por encima de todo es que entiendas lo que quiero decir cuando te digo que aunque no te conozca, y aunque puede que nunca llegue a verte, a reírme contigo, a llorar contigo o a besarte, te quiero. Con toda mi alma, te quiero.



lunes, 20 de junio de 2011

Un cielo estrellado

Echo de menos mi montaña y sus estrellas. Echo de menos soñar, porque he olvidado despegar la mirada de mis pies hacia el cielo.  

Recuerdo las noches de verano en mi pueblo, cuando iba a la montaña a dar saltos como una cabra de roca en roca. Cuando me subía a las ramas de los árboles, cuando jugaba a ser una exploradora. Recuerdo muchas cosas. Y lo que más recuerdo son las noches echada entre unas rocas, mirando las estrellas. Era, era ver desvanecerse todos los problemas d de mi día a día, de la rutina. Y es que cuando uno ve la inmensidad del universo, y lo pequeños que somos, aprende a relativizar, y a preguntarse, qué somos en realidad más que motas en un universo y un tiempo infinito. Somos tan frágiles y perecederos… tan poco importantes… Y eso es una alegría. No hemos de temer el creer lo importantes que podemos llegar a ser y que el resto lo crea como para actuar en contra nuestra. Un examen, una discusión con tu pareja…. Uno se da cuenta de lo pequeñas que son esas cosas, y de lo estúpidos que somos al complicarnos la existencia con memeces. Nos alejamos de la naturaleza y es el precio que pagamos.

Creo que no nos vendría mal volver un poco a nuestros orígenes, y dejarnos llevar por nuestros instintos. Pues son los que más tiempo llevan con nosotros en el curso de la evolución, los más nuestros.


3 comentarios:

Unknown dijo...

¡Qué importante es darse cuenta de estas cosas a tiempo!
El otro día, volvía caminando por la noche hacia mi casa, y yo sola, sin nadie por la calle, me intenté abrochar la chaqueta que llevaba, pero se me caía porque me venía grande. Todo el rato se me caía, y me la volvía a poner bien, y se me volvía a caer. Y de repente, una frase me vino a la cabeza. "Qué pequeña me has hecho", pensé.
No sé a quién me dirigía. ¿Dios? Bueno, no voy mucho a la iglesia, pero en realidad no tengo ningún problema en llamarlo Dios, alguien o algo tuvo que haber detrás de la maravilla de la creación de la que formamos una milimétrica parte. ..





(ays)

Unknown dijo...

De todas formas, no hay que quitar importancia a las cosas que nos pasan en nuestra vidita, como si no fueran nada comparado con lo grande del universo (es enorme, sí, pero nosotros mismos también tenemos un grandísimo universo en nuestro interior, del que no conocemos gran parte...)

Nadúr dijo...

Desde mi visión atea y científica, no tiene por qué haber nada, no hace falta para que el mundo sea cómo es. De todas maneras, te doy toda la razón, cada persona es un mundo interior, tan parecido y a la vez taaan distinto a los demás...

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